Tirsa Martínez
Quedó cuadrapléjica en un accidente de tránsito. “Gracias al Convenio, mis médicos, enfermeras y rehabilitadores regresé a la vida y a la actividad política que tenía antes del accidente del 2005. Ahora soy diputada en mi estado (Bolívar)”.
Edmundo y Mery Torres
Edmundo es sobreviviente de la masacre de Yumare y en junio de 2012 estaba por operarse de catarata. Su sobrina de 12 años es sobreviviente de una desviación crónica de la espina dorsal (escoliosis severa): estuvo toda su niñez caminando doblada hacia un lado, de manera anormal; en Cuba le reconstruyeron la columna y ahora está entrando a la adolescencia caminando derechita, con una esbeltez con la que seguramente soñó muchas veces. Su primo, Pedro, recibió un balazo en la femoral, ya fue operado y camina con muletas; espera nuevas intervenciones.
Edimar Gutiérrez
Tiene 21, años afectada de lupus desde los 12. Un día estaba sentada en su casa y no se pudo parar; los médicos sospecharon que se trataba de la picadura de algún animal (vive en una zona semirrural del estado Portuguesa) pero la presencia de otros síntomas llevaron a sus padres a llevarla a Barquisimeto para realizarle exámenes inmunológicos. Al regresar a Acarigua en el hospital querían aislarla, ponerla en silla de ruedas, hospitalizarla de inmediato: ignoraban qué era el lupus y actuaban más por miedo que por otras motivaciones. Comenzó su tratamiento en La Habana mayo de 2012.
Gloriannidé Martínez
A los cinco años tuvo una caída en su bicicleta y se hirió la rodilla izquierda, un raspón simple. Pasaron los años y la zona herida no recobraba el color; poco a poco la despigmentación se fue extendiendo a varias zonas del cuerpo. Su madre, Yannidé Gutiérrez, le escribió al Presidente a la cuenta de twitter @chavezcandanga, y poco después la llamaron del Convenio. Le han dado por dos años consecutivos el tratamiento completo contra el vitiligo, Melagenina Plus (en Venezuela, si se consiguiera, costaría más de 40 mil bolívares) para que se lo termine de aplicar en su casa, en Acarigua.
Antonio B.
Un joven de 26 años que fue operado de la vista en Cuba, de la cual salió en perfecto estado y se le indicó que debía volver a los ocho meses para una segunda operación. En su angustia de muchacho joven se dejó convencer por amigos que le recomendaron hacerse esa segunda operación en una clínica en Venezuela. Le cobraron una cantidad de dinero por ello, por supuesto. Al culminar la operación se percató con horror de que el trabajo anterior quedó arruinado y su vista también; los daños son irreversibles y el muchacho no volverá a recuperar la visión.
Raymar Cedeño
Vive en Catia. A los 15 años recibió un balazo en el abdomen y el proyectil le atravesó el estómago y le lesionó la columna. La muchacha estuvo postrada varios meses sin poder caminar; fue a Cuba, allí le reconstruyeron sus órganos y partes lesionadas y a sus 18 años ya camina con bastón.
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